Pera Maraya: “Gastronomía Líquida” al son del shaker y la sartén

    Un refrescante “Lady Grace” me recibe en la mesa; tiene bitters de menta, lavanda, lima, pepinillo y borbón. Los amargos se combinan con las notas refrescantes de la menta y el aroma de la lavanda. Resalta un sabor a licorice perfecto para los días en que mi Alter-Ego, Leonor, sale a escribir. La canción “Depende” de Jarabe de Palo se escucha al fondo mientras llega el primer plato. Esta es la segunda vez que visito Pera Maraya y mis expectativas siguen muy en alto. El tema de la noche es Gastronomía Líquida y, de esta manera, José y Richard presentan una danza de maridajes entre bocado-y-sorbo que le da la bienvenida al nuevo menú. La contra parte del primer cóctel es el “Rolling Lady Grace”. El colorido plato llega con una tostada de pan Pita ligeramente cubierta con un refrescante y acídico spread de aguacate. En la otra curva del plato redondo hay unos bloques de atún a temperatura ‘feliz’ (preparados conscientemente para que al llegar a la mesa no estén sobre cocidos ni muy calientes); y, para añadir textura hay unas lascas de pepinillo. Al combinar los tres elementos encontré la perfección en un bocado de día de verano. El atún está cubierto con un caldo de pescado de la cocina japonesa llamado Dashi. Éste es color violeta pues absorbe el color del coliflor rojo y a su vez destaca el sabor del “Bonito” flake deshidratado, vuelto a hidratar. El “Lady Grace” va con cada bocado como un buen acompañante de baile. Por segunda ocasión un plato vegetariano me satisface. Esta vez es el “Campus at la Dolce Vendimia”. Este sabroso Ratatouille permite que la frescura de los vegetales brillen con intensidad. El zuchinni y el calabacín amarillo fueron hechos al sous vide -técnica de cocción al vacío-; el tomate rostizado explota en tu boca con su jugosidad y la berenjena empanada pudiera ser tu nueva adicción a los vegetales. Como si fuera poco, están acompañados con una seductora salsa Pomodoro, ácida y dulce, que provoca contentura en el corazón. Aquí es importante recordar que el chef ejecutivo y propietario de este restaurante de Isla Verde,  es un ser creativo; él quiere complacerte. Y por esto, se le ocurre sacar un plato llamado “Blanked Summer Smash”.  Tiene semblanza a un pig in a blanket pero montao’ en un avión. Una salchicha muy aromática está envuelta al estilo Wellington -carne envuelta en hojaldre. Y, una manzana verde a la parrilla mantiene una leve firmeza y acompaña el rollito horneado con un poco de miel. Se me hace imposible no recordar los sándwiches que comía en Inglaterra. Claro, aquello era streetfood –sándwiches con pernil horneado acompañado con puré de manzana y stuffing de sage. Aquello era rico, esto es sabroso.Lo acompaña un “Cranberry Summer”; que, además de ser rosita, tiene una combinación perfecta de cranberries, sirope de jengibre, Aperol, un toque de chile tailandés, ginebra y limón. Desde que llegué vi en el menú el “Waffled” e inmediatamente confié en la creación. Sin embargo, al llegar a mi, se convirtió en uno de mis platos favoritos del año. Este plato era lo que esperaba y más. El puré de batata es un sueño y por eso empecé por ahí. En este caso le puedes decir adiós al cuchillo. Y es que, el gofre (español para el waffle) es más suave y gustoso que el pancake más rico y esponjoso que hayas probado. Como si fuera poco, el Short Rib también se deshace en tu boca dandole comienzo a un pequeño juego entre lo dulce y lo salado. Sí, la carne tiene esos pedacitos caramelizados y extra sabrosos de un buen roast. HEAVEN. Dicen que todo es triste cuando se acaba pero en Pera Maraya, el postre es la excusa perfecta para elevar tu experiencia y poner la fecha de cuándo regresar.  “La Flaca” se escucha al fondo y reconozco que nunca llevaré ese título pues disfruto mucho de la gastronomía puertorriqueña. Siempre seré feliz mientras siga probando tantas delicias como el último plato de la noche.  El “Maraya” es un cóctel con rones del país hecho en postre. Un malvavisco ‘bruleado’ lleva polvo de chocolate a sus alrededores. El caramelo es de Ron Barrilito y el mantecado es un mojito hecho con Don Q. Es uno es estos platos a los que no se le cambiaría nada -además de convertirlo en un “All You Can Eat”. Pera Maraya es inolvidable. Give it a try!

Leave a Reply