Ahh… [suspiro de placer] ¡La bendita sal! Imagínate cuán bien lo pasé en Pera Maraya que mis primeras palabras celebran el uso correcto de la sal.
Sí, la experiencia completa en este nuevo restaurante en Isla Verde fue un verdadero treat. Y es que, sonreí inmediatamente al sentir la textura ligera y rocosa de unos salt flakes que formaban parte del plato favorito del bartender -y ahora el mío.
Se trata del ‘Grilled Flower Steak’. Comenzando por la base, encontrarás un gustoso y sedoso puré de coliflor en el cual descansa un jugoso Ribeye steak cocido a término medio. El corte de carne está cubierto ligeramente con una reducción de tamarindo y jengibre que celebra la maravilla de todo lo agridulce. Entonces, llega la sal.
Cada bocado de carne con puré es perfeccionado cuando muerdes un granito de sal y resalta las características de ambos unificando el sabor del tamarindo. En el plato, también encontrarás vegetales ‘bebés’ que aportan un crocante necesario además de un toque de color.
Para llegar a este punto de euforia temporera -pues terminé con el plato- comencé disfrutando de una refrescante mimosa mientras miraba hacia la avenida Isla Verde. Aprecié cómo los locales y los turistas arrastraban sus neveritas, bultos y toallas con el mismo entusiasmo con el que yo los veía desde la barra de Richard.
Ver a este profesional de la coctelería trabajar detrás de la barra es como apreciar a un pintor creando una obra maestra. Éste es el reino de este bárman que mezcla líquidos embriagantes con aromas, jugos y siropes para servirlos en cristal, sólo para que tú los disfrutes.
Entre licores, botellitas y brebajes llegó el aperitivo. El ‘Stuffed Pepper’ es un pimiento rostizado que aún preserva su crunch de frescura. Está relleno con refrito de habichuelas, rociado con un aromático aceite de trufas y cubierto con queso manchego.
Esta hermosura de brillante color verde, sale acompañada con chips de pan pita horneado y, muy bien pudiera ser un plato principal para algún vegetariano que no se preocupe por si el refrito tiene algún delicioso -y necesario- pork fat.
Así como la comida, la música también es puro placer. El playlist puede variar desde guajiras cubanas hasta un buen jazz como el de Miles Davis. Te confieso que siguieron llegando las mimosas y me hicieron más feliz (son ilimitadas por $15 y con la compra de un plato principal).
Para terminar con la tarde placentera probé un postre que muy bien pudiera ser el segundo plato (una ensalada) de un four course meal. Se trata del primer postre que he disfrutado sin sentir culpa por haber ‘pecado’ con la dieta. Esta delicia me sorprendió muchísimo, pues el mantecado de zanahoria -hecho en la casa- es tan refrescante como el merengue de menta fresca. Su contraparte, es un sirope de remolacha cubierto por quinoa tostado que elabora el sabor a tierra fresca -como el de un día lluvioso.
Cada elemento por sí solo es encantador y, al unirlos el chef José Miguel creó un plato ingenioso y memorable.
Llega a Pera Maraya hoy. Pide un cóctel de la barra (todos los que quieras) y disfruta de todo lo que sale de su cocina. ¡Ah! Y, si quieres un cordial fuera de lo común pide un Fernet Branca.
PD. Por si te preguntas qué significa el nombre, según Richard, en los pueblos de Ciales y Cayey, le dicen así a la pomarrosa.
Pera Maraya 939-437-4193
5970 Ave Isla verde
Carolina, Puerto Rico
L-J 5p-12a; V 5p-1a; S 11a-1a; D 11-10p






Iré a visitarlos
Casi casi pude saborear el steak. ¿Y helado de zanahoria con syrup de remolacha? Must try!
Cuéntame qué te pareció!
Definitivo, un must have!